Para leer en la Mesa de Shabat: Por el temor al Eterno

Rabí Shmuel bar Susratei llegó una vez a Roma y en ese momento la reina perdió sus joyas y Rabí Shmuel las encontró.
Un edicto fue leído por todo el país, en el que se gratifi caría al que devolviera las joyas, pero dentro de los treinta días, pero si se las encontraba, al que las halló y no las devolvió después de esa fecha, le cortarían la cabeza.
Rabí Shmuel espero sin embargo treinta días y después trajo las joyas a la reina, quien quedó sorprendida por el hecho de que alguien procediese de esa manera poniendo en peligro su vida.
Después de inquirirle si sabía del edicto, le preguntó por qué había devuelto las joyas después del término dispuesto, a lo que Rabí Ishmael respondió:
-Porque no quería que pensasen que lo hice porque te temía. Te lo devolví porque temo al Eterno.
A lo que la reina exclamó: -Bendito sea el D"s de los judíos.


Fuente: Anécdotas talmúdicas y de Rabinos Famosos. Rabino Dr. Simón Moguilevsky


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