Se han hecho varias interpretaciones, la más difundida es que la Torá es nuestra, porque nosotros la escogemos día con día, preservamos sus mandatos, la respetamos, la estudiamos y la hacemos nuestra. A continuación mostramos una historia que esclarece un poco esta pregunta.
Aparece en el libro Mejilta de Rabí Ishmael, trae parte de la tradición oral que explica sucesos del Éxodo. En ella, nos cuenta que en efecto D"s le dio la oportunidad de recibir la Torá a todas las naciones. Sin embargo, sólo la nación de Israel decidió aceptarla.
Las demás naciones al observar sus mandamientos se dieron cuenta que la Torá va contra la naturaleza humana, en contra de los instintos destructivos del hombre y decidieron no aceptarla como fundamento moral. Iacoov recibe el nombre de “Israel” cuando lucha contra un ángel, su ángel, nos dicen algunos midrashim. Es decir, cuando lucha contra sí, cuando dobla su orgullo y reta las leyes naturales.
La Torá, para poder seguirla te exige ese nivel de compromiso, que es el compromiso que aceptaron los israelitas en el Monte Sinaí. En la interpretación de Rabí Ishmael se encuentran citas del Génesis y del Éxodo sobre el origen de las naciones y las razones que dieron para formar otro código moral. Cabe destacar que éstas son las naciones de las épocas bíblicas, las naciones actuales se fueron creando y desarrollando bajo otros procesos.
Fuente: Enlace Judío, Comunidad Judía de México.
