Para leer y reflexionar: La fuerza de una melodía.

Un campesino que trabajaba arduamente en un molino llegó un día a la gran ciudad. De pronto se detiene frente a la vidriera de una relojería y se pone a observar, al acercarse, oye la suave y dulce melodía de un reloj musical. Siguió preguntando, y le explicaron que era un reloj despertador y que aquella melodía era la encargada de despertar al dueño, con una canción. El campesino se sintió tan atraído que decidió entrar para comprar aquel reloj.
Luego de dialogar con el relojero, dijo convencido, quiero comprar el despertador musica. El relojero le respondió, fíjate si realmente te sirve, su sonido tan suave y dulce no creo que sea efectivo con los ruidos del molino de donde tú vives.
Pero, el hombre de campo respondió con simpleza y sencillez: Si es verdad que los ruidos del molino son estridentes, pero a esos ruidos mis oídos ya están acostumbrados, en cambio la melodía del reloj, es nueva y atrapante, seguro que con ella me despertaré.
Dice el Admur de Modzich Z"L: Una canción puede encender lo que muchas técnicas no logran.
Fuente: Extraído de Publicación Hevrat Pinto.


 

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