Para leer y reflexionar: Como un etrog

Una vez, durante los años que Rabi Zusha de Anípoli viajaba de lugar en lugar llevando a cabo su “exilio” físico-espiritual, llegó a una ciudad en vísperas de Shabat. Inmediatamente se dirigió al Beit Hakneset del lugar para rezar allí la tefilá de “Kabalat Shabat” junto a los judíos del lugar. Al finalizar el rezo, ninguna persona se acercó a él para invitarlo a comer la cena de Shabat, pues estaba vestido con ropas tan harapientas, que la gente tenía miedo de llevárselo para su hogar.
Finalmente, el “shamash” (encargado) del Beit Hakneset tuvo compasión de él, y se lo llevó para que cenase junto a él en su casa. De pronto, en medio de la cena, comenzó Rabí Zusha a manifestar su alegría de estar allí comiendo, riéndose con una fuerte y ruidosa risa. De tan alegre que estaba, comenzó a aplaudir y a besarse sus propias manos.
Las personas de la casa notaron la inusual conducta del invitado, y quedaron petrificados en sus asientos con angustiantes miradas de sospecha y de temor. Al darse cuenta Rabí Zusha de la situación que había provocado, se dirigió a las personas que estaban sentadas alrededor de la mesa y les dijo así: “Pueden estar tranquilos, queridos amigos, que Zusha no se ha vuelto loco. Lo que sucede es que Zusha está contento de poder comer su comida en casa de judíos buenos, que gracias a Zusha tuvieron el mérito de cumplir con la mitzvá de ‘hajnasát orjím’ (hospitalidad). Es por eso que Zusha está contento, pues Zusha se parece ahora a un ‘Etrog’. Díganme, ¿acaso las personas se preocupan por el Etrog durante el año? No. Durante el año el Etrog nadie se preocupa por el Etrog, y éste es un fruto totalmente desatendido.
¿Cuando el Etrog adquiere su lugar y su importancia? En la festividad de Sucot, fiesta en la cual el Creador del mundo ordenó que cumplamos con una mitzvá a través de tomarlo y bendecirlo junto a otras tres especies. También Zusha es así como el Etrog, alguien sin importancia durante todo el año. Sin embargo, en el día de hoy, Zusha se convirtió en un medio para que otros cumplan con el precepto de ‘hajnasát orjím’. Y es por eso que Zusha está contento y siente un gran amor por si mismo y se besa las manos, pues ahora Zusha se parece a un Etrog, que sirve para que todos cumplan con una mitzvá a través de él”.
Fuente: Cuentos judios inspiradores. Masuah




 

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