Para leer y reflexionar: El triunfo de la compasión

Abba Tajna era venerado como un hombre piadoso y casi santo, porque observaba con mucha exactitud todas las prescripciones y leyes religiosas.
Una vez, en las horas de la tarde, antes del Shabat, volvió del bosque a la casa, con un atado de leña encima de sus hombros. En la calle se encontró con un anciano casi inconsciente, con el cuerpo lleno de heridas. Se acercó más al pobre viejo y éste le habló casi llorando:
"¡Ay. por favor!, no me dejes morir acá en la calle. Por favor, ¡llévame a mi casa!"
Tajna, desconcertado, pensó así: "¡Oh! ¡Pobre de mí! ¿Qué voy a hacer? Si llevo a este hombre, entonces tengo que dejar mi leña aquí, y es éste el único medio con el cual puedo mantener a mi familia. Y si llevo la leña, después ya será muy tarde y yo vulneraría la santidad del Shabat. Y si dejo aquí a este hombre, tengo yo la responsabilidad por su muerte."
En esta lucha de sus pensamientos, venció la misericordia. El hombre piadoso llevó al anciano a la ciudad y después, volvió para buscar su leña. Al entrar en la ciudad con el atado de leña encima de sus hombros, el sol ya estaba por ponerse. Todos los que lo veían, estaban extrañados: ¿Es éste el hombre conocido como el más piadoso? El trabaja y lleva carga en la hora del Shabat. Pero Tajna, callado, siguió su camino. Y ... ¡Qué milagro! El sol volvió a brillar con todo su esplendor, como si la hora no hubiera avanzado en este día, y dispersó la sospecha de todos los mirones.
Fuente: Veghazi




 

 

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