Para leer y reflexionar: Bendición mutua

Rabí Feivish de Zbarazh fue una vez a la casa de Rabí Méndel para pasar el shabat con él.
El domingo al despedirse, empezó a llorar y dijo: Tengo setenta y cuatro años y todavía no he retornado verdaderamente a D"s.
Llorando Rabí Méndel le contestó: Esto tambíen me perturba a mí...
Entonces decidieron bendecirse mutuamente con la bendición de que pudieran ser capaces de lograr el verdadero retorno.
Fuente: Cuentos Jasídicos. Los maestros continuadores I.


 

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