VERDAD: No digas nada a menos que estés seguro que estás diciendo la verdad. "Si le agregas a la verdad, la estás sustrayendo" (Talmud, Sanedrin 19).
AGILIDAD: Todo lo que tienes que hacer, hazlo sin perder tiempo. Un minuto es demasiado valioso para ser malgastado.
EFECTIVIDAD - DILIGENCIA: Entrénate a decidirte seguir por un camino, una vez tomada la resolución no vaciles. Si tienes dificultad en tomar una determinación, pide un consejo a un sabio, pero no permanezcas en un estado mental confuso.
RESPETO: Sé amable con todas las personas. Sé extremadamente cuidadoso con el honor y sufrimiento de los demás.
TRANQUILIDAD: Conserva la calma y la serenidad. No permitas que las cosas banales perturben tu tranquilidad mental y paz espiritual.
AMABILIDAD: Recuerda el consejo del Rey Salomón: Las palabras del sabio son habladas de manera suave y pacífica (Kohelet). Cuando otro tenga la palabra, no lo interrumpas.
PACIENCIA: Hay un momento para todo en la vida, no pretendas adelantarlo.
ASEO: Respeta a tu cuerpo, tus vestimentas y tu entorno. La Tora requiere que nuestros hogares, vestimentas y cuerpos estén limpios.
ORDEN: Maneja tu tiempo y objetos con orden. Todo lo que emprendas hazlo de manera planificada y organizada.
HUMILDAD: Reconoce tus debilidades, es el primer paso para superarlas. Evita la arrogancia, intenta aprender de otras personas. Toda persona tiene virtudes que tú no tienes.
RECTITUD - JUSTICIA: Haz siempre lo correcto, especialmente en lo que respecta a tus obligaciones. Lo que es odiado para ti, no se lo hagas al otro. (Talmud Babil, Shabat 31. Hilel).
AUSTERIDAD: Es siempre bueno seguir la enseñanza de Ben Zoma: ¿Quién es rico? Aquel que se alegra con su porción (Pirket Avot). No gastes inncesariamente. Emplea el dinero para hacer el bien a ti y a los demás.
SILENCIO: Juzga el valor de tus palabras antes de hablar, pregúntate: ¿Aquello que estoy por decir traerá beneficio alguno a mi o a otros? Si la respuesta es no, o no estás seguro, es preferible el silencio. Es más fácil retractarme de lo que no dije, que de lo que dije (Ibn Gabirol).
AGILIDAD: Todo lo que tienes que hacer, hazlo sin perder tiempo. Un minuto es demasiado valioso para ser malgastado.
EFECTIVIDAD - DILIGENCIA: Entrénate a decidirte seguir por un camino, una vez tomada la resolución no vaciles. Si tienes dificultad en tomar una determinación, pide un consejo a un sabio, pero no permanezcas en un estado mental confuso.
RESPETO: Sé amable con todas las personas. Sé extremadamente cuidadoso con el honor y sufrimiento de los demás.
TRANQUILIDAD: Conserva la calma y la serenidad. No permitas que las cosas banales perturben tu tranquilidad mental y paz espiritual.
AMABILIDAD: Recuerda el consejo del Rey Salomón: Las palabras del sabio son habladas de manera suave y pacífica (Kohelet). Cuando otro tenga la palabra, no lo interrumpas.
PACIENCIA: Hay un momento para todo en la vida, no pretendas adelantarlo.
ASEO: Respeta a tu cuerpo, tus vestimentas y tu entorno. La Tora requiere que nuestros hogares, vestimentas y cuerpos estén limpios.
ORDEN: Maneja tu tiempo y objetos con orden. Todo lo que emprendas hazlo de manera planificada y organizada.
HUMILDAD: Reconoce tus debilidades, es el primer paso para superarlas. Evita la arrogancia, intenta aprender de otras personas. Toda persona tiene virtudes que tú no tienes.
RECTITUD - JUSTICIA: Haz siempre lo correcto, especialmente en lo que respecta a tus obligaciones. Lo que es odiado para ti, no se lo hagas al otro. (Talmud Babil, Shabat 31. Hilel).
AUSTERIDAD: Es siempre bueno seguir la enseñanza de Ben Zoma: ¿Quién es rico? Aquel que se alegra con su porción (Pirket Avot). No gastes inncesariamente. Emplea el dinero para hacer el bien a ti y a los demás.
SILENCIO: Juzga el valor de tus palabras antes de hablar, pregúntate: ¿Aquello que estoy por decir traerá beneficio alguno a mi o a otros? Si la respuesta es no, o no estás seguro, es preferible el silencio. Es más fácil retractarme de lo que no dije, que de lo que dije (Ibn Gabirol).