Comentando la Perashá: Ki Tavó

Los padres reciben pago especial por esto que resignan la presencia de sus hijos en casa y los mandan a estudiar Torá y Judaísmo
Hijos e hijas engendrarás y no serán para ti porque irán en cautiverio (28:41) 
Cuentan sobre muchos tzadikim, que acostumbraban a dar vuelta la explicación literal de las palabras de las maldiciones que hay en la Santa Torá y explicarlas como bendiciones, porque está aclarado en el Santo Zohar, que todas las palabras de reprimenda son las bendiciones más grandes, solo que fueron transmitidas en forma oculta dentro de expresiones que se ven como maldiciones, para que el Satán no genere acusaciones por esto, a la manera de quienes contrabandean diamantes de un país a otro, que introducen los diamantes dentro de cosas sucias para que la policía aduanera no busquen ahí y los detengan.
Esta contado en esto, que el Sadik “HaJoze” de Lublín (su mérito nos escude) solía decir a sus alumnos, que en el Shabbat que se lee la reprimenda, es bueno estar en lo del Sadik Maguid de Koznitz (el recuerdo del justo para bendición), ya que él las palabras de la reprimenda las convierte en bendiciones. Y cuenta su alumno el Santo Rav Kabalista, Rabí Mordejai Latner (el recuerdo del justo para bendición), autor del libro Maamar Mordejai, que cierta vez viajó a Koznitz para Shabbat Bejukotai, y cuando llegaron a la reprimenda en el versículo “y desolaré su santuario”, que se explica literalmente que destruirá el Bet-HaMikdash, escuchó que el Santo Maguid dijo: “Señor del Mundo cuando ya se cumplirá esto”, y entonces subieron al pensamiento de Rabí Mordejai más de cien explicaciones posibles para explicar el versículo que la intención es para bendición.
Por eso es apropiado meditar sobe el versículo “Hijos e hijas engendrarás y no serán para ti porque irán en cautiverio”, ¡¿qué bendición puede surgir de esto?!
Es posible explicar, anticipando lo que me contó el Admur Rabí Shelomó de Babov (el recuerdo del justo para bendición), un hecho ocurrido con su abuelo el Santo Rav, autor del libro Dibrei Jaim, de Tzanz (el recuerdo del justo para bendición):
En la ciudad de Tzanz había un iehudí que salió al mal camino (el misericordioso nos salve), que lo convocaron a un din-torá con el Santo Rav Rabí Aharón Halbershtam (el recuerdo del justo para bendición), hijo del Santo Rav de Tzanz, pero respondió que no quería aceptar un veredicto de un tribunal que juzgara en base a las leyes de la Torá, sino solo en tribunales que juzgan en base a las leyes del estado, y menospreció demasiado al Tribunal rabínico. A la luz de esto efectuaron una reunión, y Rabí Aharón sacó sobre él un jerem (excomulgación) como corresponde en base a la ley de la Torá, incluso que esto era entonces contrario a la ley del país que prohibía efectuar excomulgaciones. El iehudí antes mencionado enseguida los delató ante el gobierno y llevaron a la cárcel a Rabí Aharón.
Un día antes de efectuarse el juicio de Rabí Aharón, fue su esposa con otras mujeres a suplicar delante del Santo Rav de Tzanz que genere la liberación de su hijo, y cuando llegaron a su patio irrumpieron en un gran llanto, el santo Rav escucho mujeres llorando afuera y pregunto el motivo del llanto y cuando le contaron dijo: “Tuve miedo cuando escuché que lloraban, porque pensé que había algún enfermo en peligro o similar, que por esto es apropiado llorar. ¡¿Pero por mi Aharón hace falta llorar?! No va a estar encarcelado por robar, solo porque hizo de acuerdo a la Santa Torá, ¿acaso no es bueno estar un poco en prisión por el honor de la Santa Torá?”.
Cabe destacar, que el Santo Rav, Rabí Aharón (el recuerdo del justo para bendición), era el hijo preciado y la mano derecha de su padre el Santo Rav de Tzanz (el recuerdo del justo para bendición), que también ayudaba en la conducción de la ciudad y toda la zona en los días de su ancianidad cuando le era difícil conducirla sólo, pero aun así no sufrió por esto que su hijo fue separado de él por el lapso de unas cuantas semanas que estará preso, sino al contrario tenía placer de esto, porque sabía que era en honor de la Santa Torá.
De este relato podemos aprender una importante lección, también en lo que respecta a los padres que envían a sus hijos e hijas a las instituciones y Ieshibot de Torá, para estudiar Torá y judaísmo por el transcurso de gran cantidad de horas, y a veces suman el ir a estudiar otras horas más en Batei Midrashot, y parte incluso viajan a estudiar a otra ciudad o país, como dice la mishná (Avot 4:14) “exíliate a un lugar de Torá”, que por naturaleza es una cosa difícil para los padres que extrañan a sus retoños y muchas veces incluso necesitan su ayuda, y se les asemeja como que sus descendientes fueron secuestrados.
Por eso los padres tienen que meditar, que todo esto vale la pena para ser meritorios de generaciones rectas y benditas que se dedican a la Torá y las Mitzvot, y que por medio de esto recibirán una gran retribución, como es el dicho de nuestros Sabios (de bendita memoria), (Berajot 17 a), que las mujeres son meritorias de un pago especial desde el cielo, por esto que mandan a sus hijos y maridos a estudiar Torá, y les dan permiso para ir y estudiar Torá también en otra ciudad, y esperan con paciencia hasta que vuelvan.
Con esto es posible explicar la intención de la bendición que hay en el versículo: Hijos e hijas engendrarás y no serán para ti - en tu casa, porque irán en cautiverio – de las instituciones de Torá y Batei Midrashot, como está insinuado en la palabra “cautiverio (Shebi, שבי)” que es el acróstico de ‘habitaré (Shibti, בתיש) en la casa (beBeit, ביתב) de Hshem (que el nombre de Hshem como se escribe empieza con la letra Iud (י)), como la expresión del rey David que le pidió a HaKadosh Baruj Huh (Tehilim 27:4) “habitaré en la casa de Hshem todos los días de mi vida”. Y todos los padres tienen que saber esto, que esta es la mejor bendición, que a pesar de todas las dificultades materiales, hay que alegrarse porque su descendencia va a estudiar Torá y judaísmo, porque todo depende de la Santa Torá, y solo por esto verán en ellos tranquilidad y éxito en verdad, y serán meritorios de un pago especial desde el cielo. 
Fuente Kaalov Argentina.

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