Para leer en la mesa de shabat: El engaño con las frutas

Cuando Rabí Abraham de Sojatchov tenía seis años pasó al lado de un vendedor ambulante y le hizo volcar la fruta que llevaba, que se esparció por todo el suelo.
El vendedor se quejó al padre, pidiendo indemnización, por la diablura que cometió el niño.
Cuando el padre le preguntó el motivo de esa conducta el niño adujo, que el vendedor había colocado fruta descompuesta en dos cestas y las cubrió con una hilera de fruta buena, engañando a la gente que pensaba que toda la cesta era igual que la fila de arriba; por eso consideraba que debía proteger a la gente para que no fuera engañada.
Fuente: Anécdotas talmúdicas y de Rabinos Famosos. Rabino Dr. Simón Moguilevsky 

 
 

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