Para leer en la mesa de shabat: Esto es mío...

Esto sucedió con el Rabi Don Ytzjak Abarbanel siendo el ministro de economía de Fernando Rey de España quien le guardaba una gran confianza en su desempeño.
Sus enemigos lo calumniaban constantemente ante el ReyFernando afirmando que no era digo de tal amistad porque en el desempeño que hacía para la corona buena parte del dinero que iba a parar a sus bolsillos.
Fernando rechazaba totalmente tales calumnias pues lo conocía muy bien a este ministro y sabía de sus probadas virtudes de corrección y honestidad que eran acompañadas de una gran fidelidad. Era un hombre noble entregado totalmente a la función que tenía haciendo todo lo posible por moderar y disminuir el déficit que tenía siempre el reino.
Pero fueron tantas las falsedades que de continuo le hicieron hasta que el rey decidió por sí mismo hacer una averiguación sobre este ministro decidiendo pedirle le presentara un detalle completo y exacto de todos sus bienes.
Sabiendo el rey de antemano que regalos había recibido y cuáles eran los pagos por su servicio podría serle posible saber casi con seguridad el verdadero patrimonio de Don Abarbanel. Pasado algunos días se presentó el ministro delante del rey llevándole el detalle justo de todos sus bienes.
Al ver el rey lo que le traía se enfureció y lo recriminó diciéndole:
-Ahora sé que era verdad las denuncias que me decían de vos; si yo mismo te he hecho regalos y presentes por muchísimo más valor de lo que tú me estás presentando.
Entonces el ministro se inclinó ante el rey y le explicó.
-Pero he hecho otra lista más de mis bienes que si bien se hallan bajo mi dominio estas no son del todo mías, ya que en cualquier momento su majestad me las puede confiscar y quitármelas.
El Patrimonio que le presenté como mío son los importes que destiné para caridad y obras de beneficencia. Estas son totalmente mías y no hay hombre alguno sobre la tierra que me las pueda quitar.

Fuente: Revista Or Damesek, Año 13 Número 22.
 


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