Para leer en la mesa de shabat: Subió al Cielo...
El Tzadik Rabí Meir de Primishlan era conocido como un gran baal
tzedaká (muy caritativo). También en su juventud, antes de ser
reconocido como un Rebe, a pesar de ser muy pobre, se dedicaba a
repartir todo lo que poseía en caridad.
El único sustento que tenía su familia era una vaca lechera. Entre
otras cosas, cada semana Rabí Meir mandaba carne para Shabat a varias
familias carenciadas.
Cierta vez, no tenía siquiera una moneda y estaba muy preocupado
pensando que quizás esos pobres no tendrían la carne para disfrutar del
Shabat.
¿Qué hizo? Cuando todos dormían tomó la vaca, la llevó del
Shojet (matarife ritual) para carnearla y esa misma noche repartió la
carne entre los necesitados.
A la mañana siguiente, su esposa se dirigió
a ordeñar y descubrió que el animal ya no estaba.
-¡Meir! Robaron nuestra vaca!- gritó a su esposo.
-D"s no lo permita!-contestó con tranquilidad el Rav- no fue robada, sino que ha subido al Cielo...
Fuente: Jabad.com/Pequeñas historias.
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