Para leer y reflexionar: El corazón

Rabí Méndel de Rymanov solía decir que durante el lapso que empleaba en recitar para sí las Dieciocho Bendiciones, todas las personas que alguna vez le habían pedido que intercediera por ellas ante D"s desfilaban por su pensamiento.
Alguien le preguntó cómo era esto posible, ya que con seguridad no había tiempo suficiente. Rabí Méndel contestó: "La necesidad de cada uno deja un rastro en mi corazón. En la hora de la plegaria abro mi corazón y digo: '¡Señor del mundo, lee lo que está escrito aquí!' "
Fuente: Cuentos jasídicos-Los Maestros Continuadores-Martín Buber.


 

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