Para leer y reflexionar: El príncipe gallina

Había un príncipe que vivía espléndidamente. Su educación fue la mejor pero un día atravesó una crisis de identidad y llegó a la conclusión que era una gallina.
Sus padres pensaron que era una broma, pero pronto al dejar su casa para pasar todo el día en el gallinero, sintieron mucha verguenza.
Propusieron pagar lo que se le pidiera a la persona que curara a su hijo. Médicos y psiquiatras trataron de ayudarlo pero no lo consiguieron
Un sabio se acercó al palacio y se ofreció a curar al príncipe gratuitamente, con la única condición que nadie interfiriera con su método.
El permiso fue concedido.
Al otro día el joven ya tenía companía humana en el gallinero, era el sabio.
El príncipe consultó: Que está haciendo aquí? a lo que el sabio contestó: Por qué está aquí?
Soy una gallina y este es un gallinero" respondió el príncipe.
Yo también soy una gallina" dijo el sabio y comenzó a saltar por el lugar y a comer alimento para gallinas. El príncipe estaba convencido.
Pasaron algunos días y el sabio dijo: Soy de una tierra lejana. En mi patria las gallinas en realidad no saltan. Caminan de la misma forma que la gente común".
Debe ser un lugar magnífico para ser gallina dijo el príncipe y comenzaron a caminar erguidos.
Más tarde el sabio comentó al príncipe que las gallinas en ese lugar no viven en gallineros sino en palacios aptos para príncipes. Nuevamente estuvieron de acuerdo.
Así continuó el proceso, hasta que el sabio convenció al príncipe gallina que en otro país las gallinas comen
alimentos humanos. Se sentaron a la mesa y hablaron como dos personas normales.
Si bien el príncipe aún sostenía que era gallina comenzó a conducirse de forma apropiada.
Afortunadamente la mayoría de nosotros no sufre complejos de gallina. Pero hay una pregunta que nos podemos formular: ¿Estoy limitando mi potencial a causa de mi auto percepción?
Fuente: Jabad.com



 

 

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