Para leer y reflexionar: Eliayahu se vende como esclavo

Un hombre piadoso pero muy pobre, vivia con su mujer y sus cinco hijos:Pasaban hambre, él no tenía ropa para ir al knis por lo que se quedaba estudiando en su casa todo el dia. Su mujer pidió prestada ropa para él a fin de que pudiese ir al mercado a buscar algún trabajo y así ganar algo de dinero.
Su esposa e hijos rezaron a D"s para que guiara el camino de su padre y no regresara sin encontrar algún trabajo.
Ya en el mercado se encontró con el Profeta Eliyahu que le dijo: - "Hoy vas a conseguir una fortuna." El Profeta insistió que lo vendiese como esclavo. El hombre piadoso titubeó pero, después, aceptó la propuesta. Eliyahu se estrechó contra él como si no quisiera abandonar a su amo, mientras tanto se les acercó un comerciante y sintió envidia por esta fidelidad y cariño sumiso del esclavo. Entretanto, el judío estaba elogiando y alabando a su esclavo en voz alta como especialista en todo trabajo posible. El comerciante, deseoso de tener al esclavo en su casa, enseguida le ofreció al pobre piadoso una gran cantidad de oro y le compró al esclavo.
El comerciante prometió al esclavo que después de que éste le hubiese construido un palacio, lo dejaría en libertad.
Eliyahu empezó el trabajo durante el día con sus obreros. Pero cuando sus ayudantes se fueron, hacia la medianoche el Profeta dirigió su oración a D"s. "Escúchame mi D"s, El que hace milagros. Por mi propia iniciativa he sido vendido como esclavo para Tú honra y no para la mía. Tú que eres el Creador del Mundo, termina la construcción, ten piedad de mí cuando yo me dirijo a Ti con mi oración. Mi intención era buena."
Entonces bajó un gran grupo de ángeles bondadosos del cielo y empezaron a construir, y la obra quedó terminada en esa misma noche.
Al día siguiente, cuando el comerciante vio el precioso palacio con sus lindas torres, construido tan artísticamente, se puso muy contento.
Eliyahu se acercó a él y le dijo: - "Acuérdate que ayer prometiste devolverme la libertad apenas se haya terminado la obra".
El comerciante cumplió su palabra, le devolvió la libertad y le dio una gran recompensa. Mientras tanto, el hombre piadoso disfru­taba del dinero recibido por la venta del "esclavo".
Según la tradición popular, el Profeta Eliyahu socorre a quie­nes confían en la ayuda de D"s, y baila con aquellos quienes se despiden del Shabat con sana alegría.
Fuente: Veghazi.



You Might Also Like

0 Comments