Especial Shavuot: Los diez mandamientos

Los diez mandamientos sientan las bases de nuestra relación con D"s y con nuestro semejante:

1. Yo soy el Eterno,tu D"s que te saque de la tierra de Egipto.
Siempre podemos confiar en que él está cuidando atentamente y controlando todos los acontecimientos que afectan nuestras vidas.

2. No tendrás dioses ajenos en mi presencia.
D"s es el único que lo controla todo. Ninguna otra entidad, ni un gobierno, ni tu jefe, ni tu cónyuge, pueden beneficiarte o perjudicarte a menos que así D"s lo haya decidido.

3. No tomarás el nombre del Eterno, tu D"s, en vano.
La relación con Él puede ser íntima y personal,pero no debes perder la perspectiva: Él es tu Creador, no tu compañero.

4. Recuerda el día de Shabat para santificarlo.
Mantener esta relación con D"s requiere un esfuerzo de tu parte. El Sábado, Shabat, es un día para reafirmar las verdaderas prioridades de la vida y para extraer inspiración para la semana siguiente.

5. Honra a tu padre y a tu madre.
Aunque le debemos todo a D"s, no podemos olvidarnos de expresar gratitud a aquellas personas a quienes D"s les ha dado el poder para engendrarnos y ayudarnos en nuestro viaje por la vida.

6. No asesines.
Debemos interiorizar la importancia de valorar a cada individuo. Si D"s piensa que esta persona es imporante, vos también debés creerlo.

7. No cometas adulterio.
El amor no es una carta blanca que justifica todo. A veces, el amor fiel a un niño, alumno , miembro del sexo opuesto, etc. exige disciplina y abtenerse de expresarlo de forma indebida.

8. No secuestres. 

La esencia del secuestro es privar a alguien de su libertad personal para explotarlo en beneficio propio: no estés en una relación solo para tu propio provecho. Estate ahí para el otro, incluso cuando te sea incómodo o inconveniente.

9. No expreses falso testimonio.
Estamos constantemente observando a nuestros conocidos y amigos, juzgando a cada una de sus palabras y acciones. Debemos ser cautelosos con la tendencia a "dar falso testimonio" en el proceso de emitir nuestro veredicto personal.

10. No codicies la casa de tu prójimo.
Después de que te hayas entrenado para respetar intelectalmente a tus compañeros y los veas de manera constante con luz positiva, ahora es el momento de involucrar a tu corazón. Ámalos. Sé feliz con sus logros y compartí su tristeza durante sus momentos difíciles.
Fuente: Jabad Argentina.


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