Para leer y reflexionar: La chaqueta de cordero.

Se cuenta que de joven, Rabí Israel era pobre y menesteroso.

Una vez fue a visitar a Rabí Itzjac, que había de ser rav de Berditchev y por entonces aún vivía en una ciudad cercana llamada Zelejov. 
Guando se marchaba el tzadik lo acompañó al exterior de la casa. Primero permanecieron en el umbral, conversando. Absorbidos por la conversación, comenzaron a caminar, alejándose del lugar. 
Hacía intenso frío, y Rabí Leví Itzjac no había llevado consigo su abrigo. "Préstame un instante tu piel de cordero", dijo a su discípulo y amigo, y éste se la entregó de buena gana. 
Congelándose en su delgada ropa, caminó junto al tzadik, mientras conversaban sin cesar. 
Esto duró un rato. "Ya es suficiente, Israel", dijo por fin el rabí. "Ahora también tú entrarás en calor." A partir de ese momento, el destino de Israel cambió.
Fuente: Cuentos jasídicos- Los primeros maestros- Martín Buber


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