RabĂ Janoj de Bendin cierta vez entrĂł apresuradamente a la cocina de su casa y prácticamente sin aliento le dijo a su esposa: " Pronto ¡Tenemos un visitante muy especial, prepara adecuadamente la mesa!"
La esposa inmediatamente colocĂł el mantel y todos los cubiertos y platos de Shabat.
Cuando el invitado llegó Rabà Janoj le ayudó a quitarse el abrigo, y se dirigió a él con gran respeto durante toda la comida.
Cuando el individuo ya se habĂa retirado, la señora del Rabino preguntĂł: ¿QuiĂ©n es este hombre al que atendimos con tan respetadamente?. A lo que su esposo respondiĂł: "Lo desconozco, es un viajante que pasĂł por nuestro pueblo"
Y ¿Por quĂ© le concediste tanto honores?, -preguntĂł la mujer.
"Debido a que el Talmud nos dice que recibir a un invitado, aunque sea desconocido, es más importante que recibir a la Shejiná (presencia de D"s) y... ¿QuĂ© no harĂamos para recibir la Presencia Divina en nuestro hogar?"
Fuente: Jabad.com