Oración por el éxito de nuestros soldados

Oración para que Hshem someta a Gaza sin poner en peligro a nuestros hijos al entrar en ella:
Leer palabra por palabra y con intención.
"Señor del mundo, te rogamos que protejas a nuestros hijos que están en las fronteras para defender la Tierra Santa que prometiste a nuestros antepasados.
Por favor, cancela todos los decretos que hayan podido ser emitidos, D"s no lo quiera, contra Tus amados hijos.
Oh Hshem, haznos la guerra de una manera milagrosa, como le dijiste a Moisés en Egipto: “Hshem peleará por vosotros, y vosotros permaneceréis en silencio”.
No permitirás que tus hijos entren en el horno de los filisteos en Gaza. Actúa de manera diferente, con misericordia y bondad, y destruye a nuestros enemigos, que también son Tus enemigos, mediante un milagro. Cumpla en ellos la profecía: «Yo causaré discordia en Egipto, y pelearán entre sí».
Envía a tus santos ángeles para activar la espada de Edom contra Edom e Ismael. Que su espada se vuelva contra su propio corazón y se rompan sus arcos.
Señor del mundo, demasiados sacrificios ya se han hecho en santificación de tu Nombre. Por favor, cancela el peligro que podría, D"s no lo quiera, aún tocar a Tus hijos al entrar en el horno. Destruir a nuestros enemigos de otra manera, sin que ningún judío resulte dañado.
Acordaos de todas las viudas, huérfanos, padres, hermanos y hermanas que han estado de luto hasta ahora. No añadas más dolor a tus hijos. Ten misericordia de ellos y cumple con nosotros la promesa: “El Todopoderoso no rechaza la oración de muchos”.
Acepta nuestra oración y realiza milagros y maravillas por nosotros, como lo hiciste por nuestros antepasados, para que Tus hijos regresen a Ti en el amor.
Recuerda los méritos de nuestros antepasados, nuestros maestros y nuestro santo Rabino Najman ben Feiga, cuya compasión por Tus hijos nunca cesó. Él dio su vida para fortalecer y animar a sus hijos que sufren en este exilio.
Por favor, toma en consideración sus méritos para proteger a tu pueblo Israel. Oh Misericordioso, ten piedad de nosotros, para que pronto podamos proclamar: “Bendito sea Aquel que escucha misericordiosamente la oración de su pueblo”.

 Amén y Amén.
Autor: Rav Avraham Tsion


 

You Might Also Like

0 Comments