Los Sabios discutían sobre cuál de las cualidades era la más adecuada para evaluar el carácter de una persona.
Después de un acalorado debate, Rabí Eliah concluyó la discusión diciendo:
-Podemos concordar en que el carácter de una persona puede ser determinado por:”bekosó” (su copa), bekisó (su bolsillo) y “bekaasó” (su enojo).
Los sabios se miraron riendo y uno dijo: -es verdad que las tres palabras suenan igual, pero esta seria discusión no merece ser resuelta
solamente por un ritmo ridículo.
-Déjenme explicarles- dijo Rabí Eliah- La copa es significativa porque podemos decir cuán hospitalaria es una persona, por la manera
con que llena la copa de los demás. Y obviamente, la manera como
bebe es una clara indicación de sus virtudes. Lo mismo, como una
persona ve la copa de su vida: medio llena o medio vacía.
También podemos saber de sus bolsillos hasta cuanto está dispuesto a ayudar a su prójimo. Lo mismo de la manera como controla su
enojo, nos demuestra su gentileza y tolerancia hacia los demás.
Los colegas rieron y asintieron. Uno de ellos agregó: -que nuestra
risa nos recuerde que está dicho que a una persona se la puede juzgar también por su risa.
-¿Cómo es eso?- preguntó Rabí Ilya.
-Una persona puede ser juzgada por como se ríe con los demás de
buena gana y consigo mismo.
Fuente: Anécdotas talmúdicas y de rabinos famosos. Dr. Simón Moguilevsky.