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Misericordia hacia los demás.

Un hijo del rabí David Lelov cayó gravemente enfermo y los doctores creían que no sobreviviría. 
La comunidad toda que quería mucho al niño, se reunió en la sinagoga para rezar por él, dando caridad para su recuperación. 
Cuando el niño mostró signos de mejoría, corrieron a darle al padre la buena nueva, pero rabí David comenzó a llorar.
Al preguntarle el motivo del llanto dijo”: - “Mi hijo mejoró porque todos se reunieron y rezaron y dieron caridad por él. Pero ¿qué pasa con otros chicos? Cuando enferman, la sinagoga no está llena de gente rezando por su recuperación.”
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“Y ahora no se entristezcan y no sea mal en vuestros ojos porque me vendieron aquí, porque para alimento me mandó D"s delante de ustedes” (45:5)
Me alegró recibir una buena noticia de los dirigentes del “Kolel Torat Moshé” en la cuidad de Madrid, capital de España, que con la ayuda del cielo tuvieron éxito ahora en inaugurar un centro nuevo para la difusión del judaísmo y cursos de Torá, para abastecer la gran demanda, tras que el número de iehudim va en aumento en la última época, tras la nueva ley de proveer la ciudadanía española a todos los iehudim descendientes de los expulsados de España, y a raíz de otros motivos. Y mi esperanza poderosa que con la ayuda de Hshem Itbaraj tendrán éxito en esto, como tradicionalmente han tenido éxito en sus buenas actividades, como vi en mis visitas por el transcurso de muchos años.
Cuando vemos hoy la profusión de iehudim en la capital española, que decretó la expulsión del pueblo de Israel en el año 5252, esto simboliza la eternidad del pueblo de Israel, que permanecemos siempre vivos y existentes incluso tras todas las persecuciones y expulsiones, que en cada generación se levantan contra nosotros para exterminarnos y HaKadosh-Baruj-Huh nos salva de sus manos. Pero sumado a esto, hay una importancia especial en la profusión de cursos de Torá y judaísmo en España, que constituye una señal y causal del acercamiento de la Redención completa, como seguiremos.
Está aclarado en los sefarim hakedoshim, que hay chispas de santidad desparramadas en todo el mundo, y cuando un iehudí estudia y se ocupa de cosas de santidad, se pegan parte de esas chispas a su alma que es una parte de la divinidad de lo alto, y con esto las eleva y regresa a su raíz. Y este es el trabajo de los hijos de Israel en el exilio, elevar las chispas desparramadas en los cuatro puntos cardinales.
Y escribió el gran sabio el Jidá ZZ”L en el final de su libro “Shem HaGuedolim”, que este es el motivo de lo que vemos que en el transcurso de las generaciones cambió varias veces el lugar de asentamiento de los iehudim en el exilio, porque el asentamiento de los iehudim en todas las tierras es para separar las chispas santas que están en esa tierra, y cuando terminan de reparar las chispas en un lugar, entonces generan del cielo que pasen a otro lugar.
Y de esta manera explica el Jidá ZZ”L, que por eso fue la expulsión de Francia en el año 5066, y la expulsión de España en el año 5252, porque entonces los iehudim ya terminaron de subir allí todas las chispas, y tenían que pasar a elevar las chispas de las otras tierras.
Y en base a esto es necesario aclarar lo que vemos en nuestros días, que la Torá regresa a su hospedaje, y el estudio de Torá y judaísmo va en aumento también en países como Francia y España, que en base a las palabras del Jidá ZZ”L ya elevaron allí las chispas.
Sin embargo está explicado en el Zohar HaKadosh (Pekudéi 258 a) y en los escritos del Arizal, y se extendió en esto mi santo antepasado Rabí Tzví Elimélej de Dinov ZI”A en su libro santo Igrá de Kalá (Parshat Ekev), que también después del refinamiento de las chispas en el transcurso de las generaciones, todavía quedan pequeñas chispas en lo profundo de los estratos de impureza, que estas pueden ser refinadas únicamente por medio de las almas pequeñas que habrá en la época de “los talones del Mashíaj”, y cuando se terminen de separar todas las chispas entonces simultáneamente se anulará toda la Sitrá Ajará (el lado de la impureza) y seremos meritorios a la Redención Completa.
Y esto es lo que vemos en nuestro tiempo, tras que en el transcurso de las generaciones ya había lugares de Torá en todas las tierras del mundo, también en la mitad del globo terráqueo de América, entonces del cielo desencadenan que haya en un mismo tiempo lugares de gente que cuida Torá y Mitzvot en la mayoría de las tierras del mundo, también en lugares como Francia y España, que ya fueron expulsados de allí después de terminado el trabajo de separación de las chispas, porque todavía quedan chispas pequeñas que solo las almas de nuestro tiempo pueden elevar a través de que se esfuerzan en el estudio de Torá y en el cuidado de las Mitzvot, a pesar de las duras pruebas que hay en esta generación. Y a través de esto seremos meritorios al cumplimiento de las palabras del profeta Ovadiá (1:20) sobre la reunión de las diásporas, que subirán a Tzión “este ejército del exilio de los hijos de Israel, de los kenaanim hasta Francia, y el exilio de Ierushalaim que está en España”.
Y esta cuestión fue en el exilio de Egipto, que era obligatoria en función de la separación de las chispas de Egipto. Y dijeron nuestros sabios Z”L (Shabbat 89 a), que era apropiado que Iaakov Avinu baje a Egipto con cadenas de hierro, solo que su mérito provocó que baje en forma honorable. Y de Hshem fue que Iosef HaTzadik bajó primero a Egipto, que en su enorme integridad tenía el potencial para hacer el trabajo del principio de la separación de las chispas sin hundirse en la impureza, y en esto era el indicador del camino para los hijos de Israel que vinieron tras él.
Y se puede decir, que esto es lo que dice Iosef HaTzadik a sus hermanos: “Y ahora no se entristezcan y no sea mal en vuestros ojos porque me vendieron aquí”, – no piensen ustedes que con la maldad de su corazón en mi venta, provocaron el exilio que empezó con mi descenso a Egipto, “porque para alimento” – para elevar las chispas de santidad, que son el alimento para los ángeles y mundos superiores como está aclarado en los libros de Kódesh, para esto “me mandó D"s delante de ustedes.”
Y esta es una enseñanza para las generaciones, que ninguna persona se entristezca de lo que se derivó para que llegue a algún lugar, solo tiene que saber que todo proviene del cielo, y tiene que fortalecerse allí en Torá y Mitzvot imbuido en la alegría, con esto cumplirá allí el trabajo especificado para él desde el cielo, acorde a la raíz de su alma.
Por eso hay méritos muy grandes para todos los que se ocupan en ampliar los límites de la Torá Kedoshá en todas las tierras del mundo, como hacen en Madrid, que con esto generan cosas grandes y prodigiosas, acercando la Redención Completa. Y todos los que ayudan a esto con su cuerpo o dinero, serán meritorios a gran éxito, alegrías y satisfacción de todos sus descendientes.

Fuente: Admur de Kaalov


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Sabio es el que ve lo que va a surgir, que no ganará nada de la trasgresión.
Iosef HaTzadik era un muchacho de diecisiete años, edad en que la fuerza del deseo se halla en su cenit. Era el hijo querido de la ancianidad de su padre, de manera repentina se alejó de su familia, allegados y amigos, perdió todos sus beneficios, y fue vendido como esclavo a Egipto. Siendo esclavo en Egipto, le propuso la esposa de su dueño Potifar que cometa una trasgresión con ella una vez; mil lingotes de plata, cuyo valor es millones de dólares, y podía casarse y disfrutar libremente como millonario, e incluso hacer muchas mitzvot con la plata, pero Iosef no quería apartarse de Hshem, y respondió: ¡¿cómo haré este gran mal y pecar contra D"s que me otorga la vida!? ¡Y Hashem Quien quiere que cumpla sus mitzvot me dará la plata en forma permitida, no siendo así si la recibo en forma prohibida que entonces de eso no quedará nada!
Luego que se mantuvo Iosef en la prueba, fue enviado a la cárcel, y todos lo despreciaron, diciéndole: “¡¿Dónde está tu D"s que deja que estés en la cárcel y no te saca?!, ¡nunca saldrás de la cárcel!”. Pero su espíritu no se quebró, solo se mantuvo en su idea que Hshem tiene sus planes para cuando quiera sacarlo. Y el encargado de las bebidas reales que vio a Iosef, que resignó millones de dólares y su libertad, eligiendo ser un preso en un pozo profundo y padecer sufrimientos, diciendo que no puede trasgredir la voluntad de su D"s, pensó en verdad que es un tonto, porque no creía que hay en el potencial humano fuerza para sobreponerse a una prueba como esta. Y por eso lo presentó el encargado de las bebidas reales delante del faraón como un muchacho tonto.
Cuando llegó Iosef al faraón, y habló en nombre de D"s delante del rey y los ministros con toda la firmeza y sin amedrentarse, enseguida descifró el sueño, y prosiguió aconsejando el modo de cómo salvar al país. Entonces vio el faraón que no es un tonto, y por ende se vio obligado a reconocer que lo que se sobrepuso a la prueba de la esposa de Potifar no fue debido a la tontera, sino a causa de una inteligencia de las más grandes, que es ver lo que surgirá, como dijeron nuestros Sabios Z”L (Avot 2:9) “quién es inteligente, el que ve lo que surgirá”. Por eso dijo entonces el faraón a Iosef: “No hay sabio ni inteligente como tú”.
Y cuando Iosef HaTzadik fue meritorio de reinar sobre Egipto, cosa que nunca ocurrió en la historia a un muchacho corriente, esto provocó que ninguno de todos los millones de los hijos de Israel por el transcurso de cientos de años que estuvieron en el exilio de Egipto, abandone el pueblo judío para asimilarse, porque vieron con sus ojos, que por el cuidado de las mitzvot de la Torá contra todas las pruebas, Hshem da pago en este mundo, vida, riqueza y honor, aparte del pago en el mundo venidero.
Fuente: Admur de Kaalov.
 
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Si bien todos los días de la semana son propicios para guardar algo para shabat, el miércoles es un día por demás especial. 
Por eso humildemente deseo dejarles algo para leer o contar en la mesa de shabat, y ya que estamos en Januká, es algo de la fiesta.

Operación Cocodrilo

Cuando en el año de 1944 Rusia conquistó Rumania, se formó un grupo de contrabandistas denominado “Fugitivos fronterizos”, cuya función era hacer cruzar la frontera a quienes deseaban escapar del brazo de la K.G.B.
Estos contrabandistas operaban solo con grupos reducidos, diez individuos como máximo podían participar en cada huída.
En uno de los operativos, se unió al grupo un judío justo, íntegro y temeroso de Di’s, quien anhelaba llegar a la tierra de Israel para vivir allí en paz, y poder servir a su Creador con devoción y santidad.
Bajo un estricto silencio y la mayor discreción posible, decidió el jefe de los contrabandistas que la huída se efectuaría la cuarta noche de Janucá.
Reunió a los integrantes del grupo, y les ordenó que se presentaran en la fecha acordada, al punto de las ocho de la noche, en una de las alcantarillas cercanas al límite de la ciudad, para comenzar la escapatoria.
Con los ojos temblorosos y los corazones palpitando por el peligro al que se exponían, llegaron los fugitivos puntualmente al lugar convenido.
Ahí dentro, el jefe les comunicó que la fuga se denominaría “Operación cocodrilo”, la cual consistiría en arrastrar sus cuerpos sobre la tierra durante varias horas hasta cruzar el límite; única manera de burlar la estricta vigilancia del ejército rojo.
Uno a uno salieron de la apestosa cloaca y comenzaron la peligrosa, pero forzosa escapatoria.
La primera fase la habían pasado con gran éxito, habían cruzado ya más de la mitad de la frontera.
No obstante, no podían detenerse; debían seguir avanzando hasta encontrar un lugar desolado, lejos de la torva mirada de los guardianes, para entonces poder descansar, recobrar fuerzas y seguir la huída.
Sus cuerpos estaban exhaustos por el fatigoso arrastre. La larga noche invernal se hacía interminable, solo esperaban la orden de descanso para poder sanar las heridas y calentar sus cuerpos.
Finalmente el mandato llegó, dos horas antes de que los rayos del alba despuntaran sobre la tierra, el jefe ordenó descansar por algunas horas en una de las ruinas que se hallaba en el silencioso bosque.
El peligro aún seguía latente, los guardianes del bosque rondaban la zona en busca de desertores.
El jefe, quien se caracterizaba por su severo carácter y dureza de corazón, volvió a advertir a los integrantes del grupo que debían permanecer en el suelo y en silencio absoluto.
Aprovechando la tregua, el judío religioso, se acercó al jefe le pidió su permiso para prender las cuatro velas de Janucá que correspondían a esa noche.
El jefe, exasperado por la osadía del solicitante le dijo en tono despreciativo:
“Está usted loco, ¡cómo pretende ponernos en peligro en estos graves momentos!”.
“¡No comprende usted que al iluminarse el lugar nos hallarán fácilmente, y entonces seremos presa segura de sus garras!”.
El judío trató de explicarle que lo haría con la mayor discreción posible, las encendería tras la pared para no despertar la mínima sospecha.
Sin embargo, el jefe se negó rotundamente y con una señal desdeñosa, le ordenó echar su cuerpo a tierra y permanecer en esa posición hasta nueva orden.
El religioso aceptó el decreto y con lágrimas en sus ojos se unió al resto del grupo.
Al acostarse, trató de relajarse, de olvidar el asunto, mas no podía.
Su conciencia no lo dejaba tranquilo. Toda su vida había cuidado este gran precepto con amor y fervor, y ahora sería la primera vez que dejaría de encender las velas.
Por momentos acallaba su razón con la excusa de que el momento y el lugar no le permitían cumplir con su obligación, no obstante, su mente no conciliaba la idea de que las luminarias no fueran encendidas.
En su interior se desarrollaba una guerra de pensamientos que no lo dejaba en paz. Su estado espiritual había decaído a niveles muy bajos, anímicamente se sentía muy presionado, muy exaltado.
Finalmente, la conciencia lo torturó de manera tal, que la desesperación lo venció.
Salió lentamente de las ruinas y con el corazón en la mano determinó encenderlas, desafiando de ese modo la orden expresa del jefe, y corriendo el peligro que ello conllevaba.
De su viejo saco, sustrajo una pequeña botella de aceite de oliva que había cargado especialmente para tal efecto.
De sus bolsillos sacó tapas de botellas para que le sirvieran como recipientes, y del forro gastado de su abrigo cortó cinco trozos de tela (cuatro para las velas y el sobrante para el shamash), para utilizarlas como mechas.
Preparó la improvisada janukiya y se dispuso a encenderla.
Con los sentimientos exaltados y gran devoción, recitó las dos bendiciones correspondientes y encendió la preciada janukiyá.
Sus ojos brillaban ante la flama que subía y se fortalecía.
En su rostro se reflejaba la alegría que para él significaba cumplir con Di-s y consigo mismo.
Con voz trémula y silenciosa comenzó a entonar la tradicional canción “Maoz Tzur”, la cual le avivaba aún más la nostalgia y la emoción.
Después de unos segundos, sus mejillas se encontraban ya húmedas por las lágrimas que sus ojos derramaban.
La añoranza por sus familiares y los recuerdos de su infancia, le reforzaban la fe de que el milagro habría de ocurrir, y finalmente saldrían todos en paz; a la vez que se acrecentaba en su interior la esperanza de libertad para sus hermanos que permanecían aún en cautiverio.
En medio de aquel enaltecido momento, se escuchó un violento grito que decía:
¡”Judíos alcen sus manos, son ustedes fugitivos”!.
Sus rostros palidecieron, el pavor que se apoderó de ellos era tal, que desfallecían ante la perspectiva de la muerte.
Bien sabían que contaban solo con unos segundos para despedirse y entregar sus vidas en manos de la fiera rusa, para que finalmente despedazaran sus cuerpos en pequeños trozos y los arrojaran a los perros.
El temor los dejó atónitos por varios instantes.
Tenían la mirada fija en el robusto soldado acorazado, que estaba equipado con armas y municiones.
Sin embargo, ante la sorpresa de todos, el soldado ordenó que bajaran sus manos.
De entre sus pesadas ropas extrajo una botella de vodka, y pidió que repartieran un trago a cada integrante del grupo para que calentaran sus cuerpos.
Cuando le preguntaron a qué se debía su extraña actitud, respondió:
“Hoy me tocó el turno de patrullar este sector del bosque. Las señales de arrastre que observé en el camino, me hicieron sospechar que ciertamente, más de una persona había pasado por aquí, seguí los rastros y llegué hasta esta ruina”.
“Al verlos, no dudé en aniquilarlos, no obstante, cuando vi las velas encendidas y oí la preciosa tonada, mi cuerpo se estremeció, mi memoria me hizo retornar años atrás, y ello me hizo recordar las velas que mi padre, en paz descanse encendía y entonábamos juntos esta canción”.
“Hoy, yo soy un arraigado soldado del ejército rojo y no puedo cumplir con este milenario precepto, ustedes que sí lo pueden hacer, los felicito y los bendigo. ¡Hermanos, váyanse en paz!”.

Fuente Mesilot Hatora- Festividades 
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"ES UN MÉRITO MUY GRANDE FORTALECER Y ALEGRAR A OTROS CON PALABRAS DE EMUNÁ Y RECORDANDO EL NOMBRE DEL CIELO"
Escuché del Rav HaTzadik, Rabí Meshulam Ashkenazi Ztz”L, Admur de Stanislav en Londres, que escuchó del Rav Hatzadik, Rabí Ioel Ashkenazi Ztz”L De Alesk, que en su juventud entró una vez a lo del Rav Hakadosh Rabí Isajar Dov de Belz Zi”A, y el santo Rav le dijo: “¡Cuando la persona llega a un lugar, enseguida tiene que pensar qué puede hacer ahí en pos del honor del cielo!”.
Al tiempo fue llamado el Rav Hatzadik, Rabí Ioel para ser coronado con el puesto de Rabino en la ciudad de Yas, y entonces recordó las indicaciones del santo Rav, y buscó enseguida lo que era posible de generar allí en pos del honor del cielo, y encontró una casa grande donde vivían allí jóvenes que no iban en el camino recto, y tuvo el mérito de hacer allí muchos baalei teshuvá. Y entonces entendió por qué el Santo Rav de Belz le dijo especialmente esta indicación.
Pero en verdad cada uno de los hijos de Israel puede en determinada medida generar en pos del honor del cielo en todo lugar al que vaya, incluso sin un esfuerzo especial, a través de acostumbrar a que esté en sus labios y su boca el nombre del cielo constantemente, diciendo palabras como “Baruj Hshem”, “Si quiere Hshem”, “Hshem ayudará”, “Con la ayuda de Hshem”, “también esto es para bien” y similares. Cuando la persona se acostumbra a utilizar estos términos, provoca que quienes lo escuchan recuerden y se fortalezcan en la emuná en el control detallado del Creador.
Y en particular cuando la persona ve en la cara de otra persona que está triste, es apropiado no desentenderse de eso, solo buscar retirarle la preocupación, y decirle palabras de fortalecimiento y aliento de emuná y confianza para menguar su preocupación, que con contadas palabras puede activar cosas grandes e importantes para fortalecer su corazón espiritual y físicamente, porque la emuná anula la tristeza y trae alegría.
Y en esta cuestión hay un dicho profundo de Rabí Israel Baal Shem Tov Zi”A, que explicó el dicho de nuestros sabios (Nedarim 9 b) “los reshaim están llenos de arrepentimiento”, que los reshaim que piensan que todo es por su fuerza y poder de su brazo, están llenos todo el día de arrepentimientos, porque no hizo así y así que entonces podría haber ganado más y similares. Pero un iehudí que tiene emuná que todo está bajo el control de Hshem Itbaraj, no se arrepiente y entristece por sus cuestiones materiales que no salieron bien, porque así fue por medio de la voluntad del Creador, Itbaraj Shemó.
Por eso el que fortalece a otros con palabras de emuná, lo trae al olam habá, y también a una vida de alegría en este mundo, y automáticamente cumple con esto de la manera más excelsa la mitzvá de hacer favores, que su retribución es muy grande.
Esta conducta se vio en Iosef HaTzadik, que en todo lugar al que iba su forma era activar en pos del honor del cielo, a través de que el nombre del cielo estaba constantemente en su boca, y con esto solía fortalecer y alegrar a otros.
Cuando estaba Iosef en lo de su amo Potifar está escrito (Bereshit 39:3). “Y vio su amo que Hshem está con él y todo lo que él hace Hshem hace que tenga éxito en su mano”, y en tono similar está escrito (ibíd. 23) que vio el encargado de la cárcel sobre Iosef que “Hshem está con él”. Y dijeron en el Midrash (Tanjumá, Vaieshev Cáp. 8): “¿Qué es ‘que Hshem está con él’? – que el nombre de HaKadosh-Baruj-Huh no se apartaba de su boca, entraba a servirlo y murmuraba diciendo: ¡Señor del Mundo Tú eres mi seguridad, Tú eres mi Patrón! ”.
Iosef HaTzadik era un muchacho joven hijo de la ancianidad, que se convirtió de repente en esclavo, y después lo tiraron al pozo para estar preso para siempre. Naturalmente tendría que caer en la tristeza y desesperanza, como vi cierta vez cuando viajé a una cárcel grande en la ciudad de Beer Sheva para fortalecer a los presos que están allí desde hace varios años, que encontré que estaban quebrantados, deshechos y desesperanzados, hasta que dificultosamente era posible hablarles. Pero Iosef Hatzadik se fortaleció a sí mismo con alegría, de manera que todos a su alrededor veían perceptiblemente, que esto no es sino la fuerza de la emuná en Hshem que su nombre frecuentaba en su boca, y así santificó el nombre del cielo en todo su entorno.
También después de haber estado ya en la cárcel un tiempo largo, durante diez años, siguió hablando y fortaleciendo a los otros con palabras de emuná. Por eso cuando vio que el ministro de bebidas y el ministro de pasteleros tenían la cara entristecida, no se dijo para sí que esto es una cosa natural que personas importantes como estas que las tiraron a la cárcel caigan en la tristeza, sólo les preguntó “¿Por qué sus caras están malas hoy?”. Y cuando le relataron que tuvieron sueños, enseguida los fortaleció con palabras de emuná: “¿acaso no son de D"s las interpretaciones?” – por ende no importa cuál sea la interpretación, será para bien, porque todo lo que hace el Misericordioso lo hace para bien.
Después le contó el ministro de bebidas su sueño, y cuando lo interpretó, pidió Iosef de él que lo recuerde delante del Faraón, y a través de esto sacó el Faraón a Iosef de la cárcel y se convirtió en virrey.
De esto vemos la grandeza de la paga que se recibe por lo que se habla palabras de emuná (fe) para fortalecer a otros espiritual y físicamente, porque si Iosef Hatzadik se desentendía de ellos, y no se dirigía a ellos para apuntalarlos con palabras de emuná, entonces hubiese permanecido en la cárcel, y solo por intermedio que les habló se desencadenó la gran salvación.
Y en particular en nuestro tiempo, cuando las palabras de herejía están muy difundidas, es un mérito grande para cada uno de los hijos de Israel, que a cada lugar que vaya esté el nombre del cielo presente en su boca, y haga favores con otros de apuntalarlos y alentarlos con palabras de emuná, y por medio de esto será meritorio a todas las bendiciones escritas en la Torá HaKedoshá.
Fuente: Admur de Kaalov
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“Rabí Leví Itzjak de Berditchev emprendió un viaje para juntar fondos para el casamiento de una joven cuyo padre era una persona muy versada pero muy pobre. En su camino entró a lo del rabino de un pueblo y éste al escuchar sobre su cometido, lo bendijo para que tenga éxito en la empresa a la que estaba abocado. Entonces Rabí leví Itzjak le recordó el episodio de la lucha de Abraham para rescatar a su sobrino Lot y cuando terminó la guerra cómo fue recibido por el rey Malkitzedek que lo convidó
con pan y vino y lo bendijo (Gen. 14, 18).
“Primero, dijo Rabí Leví Itzjak, "convidó con pan y vino" y luego "lo bendijo. Entonces, primero hay que dar y luego pronunciar bendiciones”.


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28 de noviembre del 2017 - 10 de Kislev del 5778. A partir de las 9.30 hs. se dió comienzo a la exposición de cuadros de las alumnas del Taller de Arte de Beit Jana, en el edificio del Hogar Le Dor va Dor, sito en Guevara 465, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
A cargo de la Profesora Laura Amar, y en un lugar selecto del predio, tanto los visitantes como los residentes pudieron admirar las obras de las distintas alumnas.
Se sirvió un desayuno y luego conocimos el taller de Mosaiquismo del Profesor Sergio Pereyra.
Seguimos nuestro recorrido hasta la Sala de Terapia Ocupacional donde algunas residentes estaban trabajando con costura.
Se fue asignando lugares a las visitantes, se entregaron hojas con distintos dibujos de distintas dificultades, vidrio y marcadores para copiar la imagen.
La técnica que explicó la Profesora Amar fue el Falso Vitraux. El siguiente paso fue pasar sobre el dibujo, ya marcado en el vidrio, acrílico 3D y se completó con pintura Laca al agua.
Al concluir cada participante se llevó su propia obra.
Cabe destacar la alegría que produjo entre los residentes del Hogar (que si bien eran mayoritariamente mujeres,pudimos ver algunos hombres que se "engancharon"con el proyecto)
Como siempre la amabilidad de las enfermeras y cuidadoras del lugar y el arduo trabajo de las voluntarias del Beit Jana que hicieron de la fecha un momento inolvidable.

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Un maestro, aparte de conocimientos, tiene que tener mucha paciencia. Rabí Preida tenía un alumno al que tenía que  repetirle cuatrocientas veces cada lección hasta que la entendía. Un día  fue llamado para un asunto tal, que realizarlo constituiría una verdadera mitzvá. 
Antes de irse, le enseñó la lección al alumno las consabidas cuatrocientas veces, pero el joven no la entendía. Rabi Preida le preguntó  por qué esta vez era diferente a las otras y el alumno contestó:
-Desde el momento en que escuché que ud. había sido llamado  para cumplimentar una mitzvá, mi atención se dispersó , porque tenía miedo de que en cualquier momento se iba a levantar e irse".
Rabí Preida le dijo que pusiera atención y le enseñó de nuevo las cuatrocientas veces. Luego se escuchó una voz celestial que preguntó a Rabí Preida: ¿prefieres que se te agreguen cuatrocientos años a tu vida o que tú y tu  generación merezcan el Otro mundo? Rabi Preida prefirió la segunda.. Y el Eterno dijo "otorguenle las dos"
Fuente: Anécdota talmúdicas y de rabinos famosos. Rab. Dr. Simón Moguilevsky. (Tratado Eruvin 54b).
                      
 





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Y levantó sus ojos y vio a las mujeres y los niños y dijo, ¿quiénes son estos para vos? Y dijo los niños con los que congració D"s a tu siervo. (33:5)
Hace unos veinte años tuvimos el mérito que se funde el importante sistema de “Avot uBanim”, que en su marco se reúnen padres para estudiar con sus hijos todas las semanas a una hora específica. Y Baruj Hshem, que desde entonces hasta hoy esto sigue expandiéndose cada vez más en todas las diásporas de Israel, y últimamente recibí la noticia por parte del Rav Iosef Shalom Tenenboim, director de “Avot uBanim” en U.S.A., que en Estados Unidos solamente estudian en el marco de “Avot uBanim” más de veinte mil niños, así se aumente.
Esto es una gran bondad del cielo, de asistir en fortalecer el buen vínculo entre padres e hijos, en una época donde las pruebas de la generación arrastran a muchos hijos a alejarse de sus padres, como para mi pesar me topé en lugares alejados muchos jóvenes, entre ellos también hijos de rabanim y rashei ieshivot, que se escaparon de sus padres, decayendo hasta el estrato más bajo, fumando drogas y demás cosas despreciables.
Toda persona tiene que saber, que en verdad no puede asegurar con sus propias fuerzas el cuidado de sus hijos que no se arrastren tras los malos vientos que soplan en nuestro tiempo fuertemente. Solo si hace lo que está en su mano para esto, entonces Hshem Itbaraj lo ayuda. Por eso tiene que esforzarse en cumplir lo que ordenó Hshem en su Torá de hacer en pos de la educación de los hijos, incluido el estudiar Torá con ellos.
En este tema escribió el Admur de Papo (el recuerdo del justo para bendición) autor del libro ‘Vaiejí Iosef’ (en el prólogo al libro Vaiagued Iaakov, Vaikrá), que escuchó de boca de Rabí Aharón de Belz (el recuerdo del justo para bendición) en nombre de su Padre Rabí Isajar Dov de Belz (el recuerdo del justo para bendición), que encontramos que la mayoría de los exégetas que enumeran las seiscientas trece mitzvot, consideran la mitzvá de acción del estudio de la Torá del versículo “y le enseñarás a tus hijos” de la perashá Vaetjanán, junto con la mitzvá que estudie el padre con sus hijos, incluso que antes de esto ya hay varios versículos referidos a la obligación de estudiar Torá, porque quisieron indicar con esto que la persona no se libera de su obligación de la mitzvá del estudio de Torá cuando estudia solo si no es que estudió también con sus hijos.
Y cuenta Rabí Aharón de Belz ZZ”L, que su padre Rabí Isajar Dov de Belz ZZ”L, tenía un tiempo específico fijo para estudiar con sus hijos todos los días, e incluso cuando esperaban afuera cientos de personas, apretados y parados esperando entrar a su despacho, no anulaba esto.
Y así escuché de mi abuelo el Admur Rabí Isajar Dov Rokéaj de Linsk (el recuerdo del justo para bendición), que cuando era un niño pequeño de unos ocho años aproximadamente, vivía con su abuelo en la ciudad de Belz, y estudiaba junto con el nieto de Rabí Iehoshúa de Belz (el recuerdo del justo para bendición), y era la costumbre de Rabí Iehoshúa examinar todos los Shabbat a todos sus nietos con sus compañeros, por eso todo Shabbat después del mediodía los examinaba a ambos, y después les daba frutas. Es apropiado meditar, que mi abuelo nació en el año 5642, en el momento que Rabí Iehoshua ya era de los grandes de la generación, y aun así dedicaba de su preciado tiempo para dedicarse por sí mismo a examinar a todos sus nietos con sus compañeros para criarlos en la Torá y educarlos, para cumplir lo dicho (Devarim 4:9) “Y le harás saber a tus hijos y los hijos de tus hijos”.
Y está traído en nombre del santo Rav de Shinawe (el recuerdo del justo para bendición), autor del libro ‘Dibrei Iejezkel’, que cuando un padre cumple por sí mismo la mitzvá de “y enseñarás a tus hijos” y estudia Torá con su hijo, tiene este estudio fuerzas especiales para generar una influencia potente sobre el alma del niño, para grabar en él las palabras de la Santa Torá con la ayuda de Hashem, por eso invierte el ietzer hará cuantiosos esfuerzos para impedir que el padre enseñe Torá a su hijo.
Sumado a esto, hay otra propiedad en el estudio del padre con el hijo, que esto provoque que el hijo ame a su padre con un amor grande, como un alumno ama a su Rav que lo lleva a la vida del mundo venidero. Y este es un amor limpio que no depende de alguna cosa temporal, por eso no se anula incluso cuando el hijo ya no depende de su padre, y con la ayuda de Hashem causa que no se una a compañeros no buenos con los cuales su padre no está contento.
Esta cuestión la hallamos en nuestro patriarca Iaakov, que cuando vinieron y le contaron que Todavía Iosef vive, y es rey en Egipto, en principio no quiso creer que está vivo y se mantiene en su rectitud, tras estar largos años sólo dentro de las pruebas de la tierra de Egipto que era un lugar de impureza. Pero cuando le transmitieron la señal que les entregó Iosef, que antes de su separación estudió con él Iaakov el tema de “Eglá Arufá”, entonces les creyó, porque con eso recordó la fuerza de la Torá que estudió con su hijo, que esto trae una protección superna sobre el hijo por el largo de los días.
Y acorde a esto se puede explicar lo escrito en la perashá de la semana en el relato del encuentro de Esav con Iaakov y su familia: “Y levantó sus ojos y vio a las mujeres y los niños y dijo, ¿quiénes son estos para vos?” – Esav se asombró y preguntó a Iaakov, después que viviste tantos años en la casa de Labán, dentro de Padán Aram, que era un lugar de gente malvada, cómo llegó a tu mano el cuidar a toda tu gran familia, que todos permanezcan contigo y estén acá junto a ti. “Y dijo los niños con los que congració D-os a tu siervo” – Iaakov Avinu contestó, lo que los niños permanecieron conmigo, es un regalo que me dio D-os, debido a que yo me comporto como un siervo que cumple las órdenes de su amo, que cumplo la mitzvá de “y enseñarás a tus hijos”, y en mérito a esto Hashem los cuidó.
Siendo esta una lección para cada uno de los hijos de Israel, incluso aquel que está muy ocupado en cuestiones de la comunidad y particulares, incluso estudien la mayor parte del tiempo sus hijos con otros, hay que esforzarse de cumplir también la cuestión de “es más mitzvá con él que con su emisario”, y fijar algún curso para estudiar las palabras de la Santa Torá con cada uno de sus hijos, por lo menos una vez por semana, como hacen muchos hoy en el marco de “Avot uBanim”. Y hacer esto con gran alegría, porque por medio de esto será meritorio de ver mucha satisfacción y alegría de todos sus hijos, y serán todos meritorios a todas las berajot escritas en la Torá HaKedoshá.

Fuente: Admur de Kaalov 

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Aquel que ama hacer y hace jésed (bondades) al Israel sin diferenciar entre ashkenazi, sefaradí y similares, es meritorio a influjos sorprendentes.
 

Está traído en el libro Botziná Dinhorá (folio 17), que le preguntaron al Baal Shem Tov (su mérito nos escude) qué es lo principal del servicio a D-os, y les respondió el Baal Shem Tov, mi opinión en esto es que la persona tiene que ver de atraer sobre sí tres cosas, el amor a Hshem Itbaraj, Ahavat Israel (amor incondicional a otro iehudí), y amor a la Torá.
Ciertamente en la cuestión de Ahavat Israel, en la época anterior a que se revele el Baal Shem Tov había muchos grupos separados en Israel, como sefaradim y ashkenazim y gentes de otros países, y así grupos de estudiosos y de trabajadores, que no les importaba ni se fijaban unos a otros, hasta que vino el Baal Shem Tov y fortaleció por demás la responsabilidad mutua de la generalidad de Israel.
Y así se vio en sus alumnos y los alumnos de los alumnos, que se esforzaron en ayudar espiritual y físicamente a todos los hijos de Israel, sin ninguna diferencia entre las diversas ramas de Israel. Y como ejemplo, es sabida y famosa la conducta del Rebe de Satmar (el recuerdo del justo para bendición), que se preocupó mucho por los sefaradim de Argentina y de otros lugares, y así trabajó mucho en pos de salvar a los niños de Marruecos del exterminio espiritual, a tal punto que apenas se despertó de una dura enfermedad, lo primero que preguntó fue por el estado de los niños de Marruecos. También es sabido sobre grandes Tzadikim de la última generación, el Baba Sali (su mérito nos escude), que estaba apegado a las enseñanzas jasídicas, y era sorprendente en su amor y preocupación por la generalidad de Israel, como vi cuando estuve con él en el año 5737.
Ciertamente en verdad todas las ramas de Israel de cada país tienen su propia tradición, y en forma general cada uno debe conducirse acorde a la tradición de sus antepasados para cumplir la función encomendada a él desde el cielo, pero por otro lado debemos recordar constantemente, que todos nuestros hermanos hijos de Israel son hijos del Omnipresente, y como hijos de un mismo padre se ayudan y preocupan el uno por el otro cuando es necesario, también cuando cada uno de ellos recibió de su padre una casa separada para vivir solo, así también nosotros debemos preocuparnos y asistir a cada uno de nuestros hermanos hijos de Israel, incluso cuando nuestro Padre Celestial dio a cada uno un lugar y función específica.
Y a través de la unión de las ramas de Israel somos meritorios al reposo y la alegría, como a todo tipo de buenos influjos, como está traído (Mishmeret Itamar, final de Parshat Matot) en nombre del Sadik Vidente de Lublín (su mérito nos escude), que explicó el versículo (Bereshit 42:11) “Todos somos hijos de una misma persona nosotros (en hebreo najnu)”, que a través de la unión que “Todos somos hijos de una misma persona”, por medio de esto “nosotros (najnu)”, tenemos reposo (menujá de la misma raíz etimológica que najnu) y satisfacción, y tenemos descanso de los sufrimientos, angustias y penurias.
Y sobre este tema cuentan sobre el Santo Rebe, Rabí Itzjak Aizik de Zidichov (el recuerdo del justo para bendición), que tenía un jasid que era maestro y solía tener huéspedes en cantidad, hasta que cierta vez lo bendijo con riqueza, y se enriqueció mucho, y salió y construyó para sí un palacio fuera de la ciudad, y de a poco empezó a decaer su hospitalidad, hasta que dejó de recibir huéspedes totalmente sin dejarlos ingresar de ninguna manera.
Cierta vez pasaron por ahí varios jasidim que viajaban a lo del Santo Rebe, llovía copiosamente con fuertes vientos en medio de la noche, pero él no les permitió entrar de ninguna manera. Los jasidim siguieron adelante, y le contaron esto al Santo Rebe, y se entristeció mucho por esta cosa, y en particular porque debido a su bendición cayó y no recibe huéspedes, entonces el Santo Rebe viajó a él, y éste lo recibió con frialdad.
Tomó el Santo Rebe un espejo, y le dijo, mira esto, ¿qué ves?, se empezó a reír, me veo a mí mismo. Lo llevó a la ventana y le preguntó ¿qué ves?, se río y dijo: Veo personas que deambulan. Le respondió el Santo Rebe: medita bien la diferencia entre ambos, ¿acaso no son los dos vidrios?, solo que en este que está recubierto con plata te ves solo a vos mismo, y en este que es simple también ves a otros, ¿no es mejor estar vacío de plata para ver también a otros? Y empezó el Santo Rebe a raspar la plata del espejo. El millonario que entendió lo insinuado le pidió que deje de raspar y le dijo: Rebe, le aseguro que de hoy en adelante recibiré huéspedes y le daré a otros. Entonces el Santo Rebe estuvo de acuerdo de parar, solo agregó y le previno: recuerda lo que dijiste.
El motivo de la cuestión es, aquel que observa a otros para ver en que puede ayudarlos, y cumple la recepción de huéspedes y las demás cuestiones de favores, y lo efectúa con alegría, imbuido de Ahavat Israel, que con esto muestra que siente su pertenencia al pueblo de Israel, que todos somos hermanos que amamos a los hijos de nuestro Padre Celestial, entonces, en la misma medida también HaKadosh-Baruj-Huh envía sobre él influjos, así como un padre se apiada de su hijo.
Y podemos decir que esta es la cuestión que hallamos en nuestra parashá, que cuando vio Rajel que era estéril, entregó a su sirvienta Bilhá, que se convirtió al judaísmo, para que se case con Iaakov, y cuando nació un hijo para Bilhá está escrito: “Y dijo Rajel me juzgó D"s y también escuchó mi voz y me dio un hijo” – que el mérito del favor y ahavat Israel grande que mostró con esto, que recibió a la conversa con buen semblante a punto tal de pasarle el mérito de casarse con su esposo Iaakov, nuestro patriarca, para engendrar un hijo, por medio de esto supo que en pago también D-os la juzgará para bien y le dará un hijo de manera sorprendente fuera de los caminos naturales, y así como está insinuado en la palabra “hijo (Ben- בן) que es el acróstico de Bendición (ב'רכה) maravillosa (נ'פלאה).
Y después está escrito: “por eso llamó su nombre Dan” – que respecto a la tribu de Dan está escrito (Bereshit 49:16) “Juzgar juzgará a su pueblo como uno las tribus de Israel”, esto es que juzga a todas las tribus de Israel como uno sólo, dentro de una unión completa, y no alejar o menospreciar, D"s libre, a nadie de Israel, tanto sea ashkenazí o sefaradí, de Francia o Marruecos, o cualquier otro país.

Fuente Admur de Kaalov 
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Este martes 21 de noviembre, dirigentes de la comunidad judía argentina reunidos en el marco de la Comisión Directiva de AMIA, realizaron un rezo para pedir por el rescate con vida de la tripulación del submarino ARA San Juan.
El encuentro fue encabezado por el presidente de AMIA, Agustín Zbar, el Gran Rabino de la comunidad, Gabriel Davidovich, y el Rabino Samuel Levin. La iniciativa, que contó también con la presencia de autoridades de CUJA (Campaña Unida Judeo Argentina), se propuso expresar la máxima solidaridad con las familias de los 44 tripulantes y con la sociedad en su conjunto, manifestando el deseo de que muy prontamente puedan ser encontrados y rescatados con vida.
En horas en las que la atención de todo el país se encuentra concentrada en este tema e incluso varias naciones amigas del mundo están enviando su colaboración para la búsqueda de la nave desaparecida hace una semana, la comunidad judía eleva su oración para que puedan ser ubicados lo antes posible y regresen a salvo con sus seres queridos.
Solo Bat Israel agradece a Prensa Amia, el informe y las imágenes enviadas.
  
 

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"La obligación de la mujer de estudiar halajot para cumplirlas, que su recompensa es muy cuantiosa"
Cierta vez cuando estuve en una visita de fortalecimiento en Méjico, se acercaron a mí dos mujeres mayores, que todavía hablaban en ‘idish’, como era la costumbre de la primera generación de inmigrantes europeos. Les pregunté si cumplían Shabbat, y respondieron determinantemente “sí”. Seguí preguntando, si accionaban electricidad en Shabbat, si viajaban, si cocinaban, y sobre todo respondieron “sí”. Entonces les pregunte, si es así, no entiendo cómo es que dicen que cuidan el Shabbat. Pero ellas me respondieron: “de seguro nosotras cuidamos el Shabbat - ¡hacemos kidush!”. Y agregaron: “no sabemos más que esto”. 

Y así, para mi pesar, vi en muchos lugares del mundo entero, que hay preciados iehudim que tropiezan con muchas trasgresiones severas, solo por falta de conocimiento. Y no hablamos de descendientes de marranos españoles con los que me topé en España y Brasil, solo de iehudim que sus padres o abuelos eran plenos temerosos de D"s. Hay de ellos que directamente no estudiaron en escuelas judías verdaderas, pero hay también muchos que estudiaron en su juventud en la escuela muchas halajot, pero después de salir de la escuela no prosiguieron el estudio de halajot nuevas imprescindibles, y ni siquiera repasaron las anteriores.
Y ya escribió Rabí Iehudáh HaJasid en su libro, Sefer Jasidim, (Cap. 313), encontramos que a las mujeres también se les ordenó la mitzvá de Hakhel, congregarse en el Bet-HaMikdash en la festividad de Sucot después del año de Shemitá (Séptimo), y escuchar de boca del rey la lectura del libro Devarim, para enseñarnos que también las mujeres están obligadas a estudiar las determinaciones halájicas de las mitzvot, porque si no sabe las normativas del Shabbat ¿Cómo lo cuidará?, y así en todas las mitzvot. Y así está dictaminado en el Shulján Aruj (Ioréh Deáh, Cap. 246, inciso 6).
Y hay que agregar, que hay una responsabilidad doble y especial sobre la mujer, sostén de la casa, que tiene hijos, que si trasgreden las mitzvot escritas en la Torá, provoca que sus descendientes que se hallan en la casa y ven su conducta, también trasgredan eso, incluso hayan estudiado que está prohibido, y a veces esto provoca que menosprecien todas las mitzvot al ver que su madre las trasgrede, resultando que ella los destruye, y recibirá un castigo especial por esto.
Y así al contrario, cuando la mujer fija para sí cursos de halajá, ella recibe un pago redoblado en una medida más amplia, porque con el cumplimiento de las mitzvot como corresponde ella influye sobre sus hijos que también hagan así. Y sumado a esto recibe una paga especial, cuando los niños ven que la madre estudia halajot, aprenden por medio de esto a hacer así también ellos mismos cuando crezcan. Y me parece decir, que esto es lo que dijeron los Sabios (de bendita memoria) (Jaguigá 3 a), que por eso se nos ordenó traer también en la mitzvá de Hakhel a los infantes que no entienden la lectura, para dar recompensa a quien los trae. Porque un niño que ve con sus ojos, como su madre va en todo momento poniendo atención para escuchar las leyes de la Torá, aprende de esto también él a hacerlo al crecer, y por esto recibe la madre una paga especial.
Con esto es posible explicar lo que relata el versículo en la sección de esta semana (Bereshit 25:22), lo que ocurrió con nuestra matriarca Rivká, antes de dar a luz a Iaakov y Esav: “y se movían los hijos en su interior y dijo, si es así para que soy yo, y fue a preguntar a Hashem”. Explican nuestros Sabios (de bendita memoria) que cuando pasaba por la puerta de la casa de estudio de Shem y Ever, Iaakov corría y pataleaba para salir, y cuando pasaba delante de una casa de idolatría Esav pateaba para salir. Pero nuestra matriarca Rivká pensaba que era un solo hijo, y que esto era una señal que tenía la naturaleza de correr simplemente a la casa de estudio, pero no estudiar, y por eso también corría para salir a la idolatría por falta de conocimiento, porque quien no estudia puede tropezar con trasgresiones de las más graves. Por eso “fue a preguntar a Hashem”, empezar a fortalecerse con más ahínco en estudiar y preguntar las leyes de las mitzvot de Hashem en la casa de estudio de Shem, para que esto influya sobre su hijo próximo a nacer, que también él se fortalezca en estudiar y cumplir las mitzvot como corresponde.
Por eso es una obligación sobre cada una de fijar un tiempo para el estudio y escuchar cursos de halajá, en particular halajot Shabbat, halajot berajot y el musar de nuestros sabios, para influir sobre todas las personas de la casa. Y no hay una mejor protección sobre la casa que el mérito del estudio de la Torá. Y una suma importancia si es posible fijar un estudio en conjunto con los integrantes de la familia, por lo menos diez minutos a la semana, y esto es una segulá (elíxir) grande para Shalom Bait (paz hogareña). Y todo esto sumado a la mitzvá que hay sobre toda mujer que haga todo para tener el mérito que su marido fije tiempos para el estudio de Torá, y que sus hijos e hijas sean meritorios de estudiar en ieshivot y seminarios. Dichosa la que tiene este mérito.
Y Hashem itbaraj ayude a cada una que participe en cursos de leyes de la preciada Torá por lo menos una vez a la semana, y en mérito a esto el Creador Bendito (Él), la bendiga con todas las bendiciones escritas en la Santa Torá, siendo meritoria a mucho éxito, salvaciones y buenos influjos en todos los ámbitos.

Fuente: Admur de Kaalov
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25 de Octubre del 2017 - 5 de Jeshvan del 5778. En el distrito audiovisual Dorrego, sito en Av. Dorrego 1898, Ciudad Autónoma de Buenos Aires a partir del las 19.00hs, se realizo el tradicional Gran Amasado de Jalá.
Mujeres de todas las edades y de distintas comunidades se reunieron para realizar una de las actividades que más dicha dan a las mujeres de nuestro pueblo.
Estrella Mizrahi fue explicando paso a paso, mientras se pedía por los enfermos, por los que necesitan encontrar una pareja, por las agunot.
Los voluntarios de Hatzalah Argentina estuvieron presentes y recorriendo constantemente el predio por si alguien llegara a necesitar ayuda.
El Rab. Daniel Oppenheimer y el Rab. Abraham Duek llevaron a las presentes palabras de Torá.
El cierre estuvo en la voz de Gastón Saieg.

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Que siempre nos acompañe las enseñanzas de… Adam para corregir nuestros errores, de Javá ya que ser diferente es también un complemento, de Cain para sobreponernos a los sentimientos negativos. A conectarnos hablando con Dios en cada situación como Janoj. A poder brillar en nuestra generación sin importar la calidad de esta como Noaj. A salirnos de nuestra zona de confort como Abraham, el estado alegre de Sará. Buscar el equilibrio como Itzjak. De Eliezer el cuidado de los sentimiento de los demás, a dejar atrás nuestras influencias negativas como Rivká. De Yaacob a saber esperar aquellas cosas que valen la pena, De Rajel haciendo conciencia de nuestro DNA espiritual, el valorarnos y cuidar nuestro autoestima como Leá. Aprendamos de Reuvén las consecuencias de actuar impulsivamente. A estar orgullosos de nuestro judaísmo como Leví. De Yehudá la fuerza de Reconocer. El impacto que tiene causar vergüenza de Tamar. A valorar y apoyar el estudio de Torá como Zebulún. A aceptar los caminos de Dios con amor como Yosef. De ser cautelosos al dar una noticia como Seraj. A tener claras nuestras prioridades como Miriam. Saber reprochar para acercar como Aharón, el ejemplo de lo que es trascender de Moshé. La determinación de Tziporá, la importancia de planear a corto y largo plazo de Betzalel. Actuar de manera enérgica desde el amor como Pinjás. El valor de las acciones insignificantes como Yehoshua. Aceptar y valorar a los demás como Deborá. De Shimshón a conocer y estar alerta a nuestras debilidades., Del Jesed tan completo de Boáz. De la valentía que requiere el cambio como Ruth. De Rezar sabiendo que solo de Dios viene la salvación como Janá. A abrir nuestra mente y ver las necesidades de los demás como Shemuel. De Shaul ver las cualidades que te hacen ser único. Convertir nuestros sentimientos en un medio para acercarnos a Dios como David. A evaluar nuestras amistades como Yehonatan. Saber elegir como Shelomó. Aferrarnos a Dios en todo momento como Daniel. De tomar las riendas de nuestra propia vida como Esther, y por último de Yoná que Dios nos ama y siempre podemos regresar a Él.
Hemos terminado de estudiar los 40 personajes, así damos cierre a “CÓDIGO 40 PEOPLE”, han sido estos días de tremendo aprendizaje sobre nuestros patriarcas y ancestros, hemos alcanzado a verlos desde un enfoque más personal, más cercano cumpliéndose así el objetivo de este proyecto: lograr inspirarnos, enorgullecernos de nuestros orígenes y valores, y contagiarnos de su grandeza al saber y sentir que somos parte de ellos pues cargamos con sus genes.

 
 
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Nuevamente Codigo 40, con la ayuda de Boré Olam, une a miles de usurios de varios paises del mundo para juntos reforzarnos durante 40 días. El tema central es extraer enseñanzas de 40 personajes de Tanaj. Es sabido que gracias a los genes de sus padres un bebe carga características similares a ellos. Nosotros tambien como pueblo judio cargamos ciertos genes espirituales heredados de nuestros patriarcas y ancestros. En cada generación hemos contado con una gran fuerza para salir adelante, para sobrellevar las más duras pruebas, así es como reconocemos el gran potencial que tenemos como judios y a la vez, nos orgullecemos de aquellos quienes nos han heredado multiples enseñanzas para asi aplicarlas a nuestra vida diaria y a nuestro alcance.  

ARCHIVO PERSONAL:
AÑO: 2912-2964
LUGAR DE NACIMIENTO: ERETZ ISRAEL
TÍTULO: "EL MÁS SABIO DE TODOS LOS HOMBRES" ESCRIBIÓ EL CANTAR DE LOS CANTARES, EL LIBRO DE ECLESIASTÉS Y EL LIBRO DE PROVERBIOS/HIJO DE BATCHEVA Y DAVID/CONSTRUCTOR DE PRIMER BETH HAMIKDASH/REY A LOS 12 AÑOS/1000 ESPOSAS: ALGUNAS DE ELLAS: LA HIJA DE PARÓ, LA REINA DE SABA.


APRENDIZAJE APLICADO EN LA ACTUALIDAD:
Imagina que Hashem te dice que pidas un deseo y te lo concederá, ¿qué pedirías?. Algunos pediríamos riqueza, claro; prometiendo dar parte para caridad, otros pediríamos salud para seguir con nuestra misión en la vida, otros pediríamos buenos amigos, etc.. A Shelomó se le hizo realidad esta fantasía, Hashem le otorgó un deseo y sorprendentemente Shelomó, contestó lo que era su única preocupación, “Hashem me ha dado un deber en este mundo: ser rey. Mi deseo es: tener sabiduría para cumplir de la mejor manera este deber, y esa es la razón por la que Hashem le ofreció a Shelomó elegir su deseo, ya que sabía que Shelomó no buscaba beneficio personal en absoluto.
Tan pronto como Shelomó comenzó a gobernar, el pueblo empezó a incrementarse tremendamente, llegaron a ser en poco tiempo como “arena en la orilla del mar”, Shelomó animó a cada judío a aprender, y cumplir la Torá, había abundancia, fue un tiempo maravilloso tanto física como espiritualmente, Hashem estaba tan satisfecho con esta generación que los bendijo con una pequeña muestra de lo que será en tiempos del Mashiaj.
Al parecer el deseo que pidió Shelomó, el más sabio de todos los tiempos valió mucho la pena…

¿QUÉ PUEDO HACER YO?
¿Cuál es tu deber o trabajo en este mundo?, una vez que tengas una probable respuesta pídele a Hashem que te ayude a cumplirlo de la mejor manera posible, y lo que precisas para llevarlo a cabo, aprendamos de la sabiduría de Shelomó que no hay mejor deseo que este.

¿Sabías qué?
Shelomó además de ser erudito en la Torá, era genio en ciencias, en arquitectura y administrador, brillante, zoólogo, botánico, comprendió la verdadera naturaleza de cada ser viviente, cada planta y mineral. Era superior a cualquier científico, a cualquier astrónomo, y lingüística dominaba más de 70 lenguas.
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